La SNCFF (Société nationale des chemins de fer français), sufrió la madrugada del viernes actos de sabotaje que afectaron a más de 800.000 pasajeros, en toda Francia, y pueden afectar a muchos más a lo largo del fin de semana.
Los actos de sabotaje criminal afectan, de entrada, a las cuatro principales líneas de Trenes de Alta Velocidad (TAV), complicando el tráfico en otras muchas líneas.
Patrice Vergriete, ministro de transportes, dimitido pero en funciones, hace un balance provisional muy duro: «Todo indica que nuestra red nacional de ferrocarriles ha sufrido un rosario de atentados e incendios criminales, concebidos y realizados por equipos de criminales que tenían programadas sus acciones desde hacía tiempo».
Les quais de Montparnasse noirs de passagers en galère ⬇️
— Timour Öztürk (@Timour_Ozturk) July 26, 2024
La #SNCF invite les passagers à reporter leurs voyages. Conditions de remboursement et d’échange fortement assouplies pic.twitter.com/3rjRUIqnf0
Jean-Pierre Farandou, director general de la SNCF, confirma plenamente esas sospechas, aportando informaciones básicas: «Hacia las 4 de la mañana del viernes estallaron un número significativo de incendios, próximos a canalizaciones y túneles por donde pasan muchos cables indispensables para el buen funcionamiento del tráfico. Los incendios perturbaron inmediatamente el tráfico: era imposible que los trenes circulasen cuando todos o muchos de los indicadores eran víctimas de incendios criminales».
Detectado el problema, más de 800.000 viajeros fueron las primeras víctimas de los sabotajes. La restauración del tráfico llevará varios días.
Los incendios han cortado o dañado millares de cables. Los técnicos deberán restaurar los daños cable por cable, estación por estación. Han sido movilizados millares de técnicos. Pero se trata de sabotajes criminales sin precedentes. Y el trabajo de «normalización» corre el riesgo de prolongarse varios días.