Editorial: Las dos caras del Real Madrid


El Real Madrid logró una importante victoria anoche frente al Borussia Dortmund, pero el resultado final no refleja el sufrimiento que vivió el equipo durante gran parte del encuentro. Los primeros 45 minutos mostraron a un Madrid desconectado, falto de ideas y superado por la intensidad y el orden táctico del conjunto alemán. El Dortmund supo aprovechar los espacios que dejaba el equipo blanco y generó peligro constante, con un medio campo madridista que, aunque tenía el control, no generaba. Fue un primer tiempo en el que el Madrid estuvo lejos de su mejor versión, donde el equipo alemán aprovecho y se fue a las duchas con un 0 – 2, que dejaba en silencio absoluto al estadio Bernabéu.

La afición merengue se mostró inquieta ante la falta de claridad en la salida del balón y las imprecisiones defensivas. La defensa, comandada por Rudiger y Militao, se vio desbordada en varias ocasiones, mientras que Modric y Valverde no lograban conectar con la delantera. El Real Madrid, un equipo acostumbrado a dominar el juego, parecía ser rehén de su propio nerviosismo. La circulación del balón era lenta y predecible, lo que facilitaba la tarea del Borussia Dortmund para bloquear las líneas de pase.

Sin embargo, el segundo tiempo fue una historia diferente, y gran parte de ese cambio se debió a la actuación estelar de Vinícius Jr. El brasileño volvió a demostrar por qué es una de las grandes estrellas del fútbol actual, con su velocidad, desborde y capacidad para decidir partidos. En los primeros 15 minutos de la segunda parte, Vinícius desbordó continuamente por la banda izquierda, poniendo en aprietos a la defensa alemana y participando en los goles que dieron vuelta al marcador. Fue su dinamismo lo que rompió el cerrojo que había establecido el Dortmund.

A pesar de las críticas que ha recibido en el pasado por su falta de precisión en los últimos metros, anoche Vinícius fue determinante. No solo contribuyó con desgastar a la defensa contraria, sino que además fue un constante generador de peligro. Su confianza contagió al resto del equipo, que se mostró mucho más agresivo en la presión y mucho más seguro con el balón. El Real Madrid dejó atrás el fútbol gris de la primera mitad para volver a ser ese equipo temible en el contraataque, con una velocidad y verticalidad que asfixió al Dortmund.

En conclusión, aunque el Real Madrid se llevó los tres puntos, el partido dejó claro que aún hay aspectos por mejorar, especialmente en la manera en la que el equipo afronta los primeros tiempos. No se puede depender siempre del talento de Vinícius o de momentos puntuales de inspiración para remontar partidos. Si bien es cierto que el brasileño sigue siendo la luz que guía al Madrid, el equipo de Ancelotti debe buscar más equilibrio si quiere seguir siendo competitivo en Europa.


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