Desde la misma noche del clásico el Real Madrid comenzó a recabar toda la información que ofrecieron decenas de cámaras de seguridad apostadas en cada rincón del estadio Santiago Bernabéu.
Analizando cada aficionado en el sector fondo sur y lateral este, y en apenas 2 días de trabajo, ya se identificaron a los autores de los gritos racistas. A todos.
El club merengue ya se ha puesto con contacto con la Liga para ofrecer todo lo recabado ante la policía y que se adopten las medidas pertinentes.
El Real Madrid asegura que estos racistas sufrirán el «castigo máximo» que contemplan sus códigos disciplinarios, entre ellos: Retirada de carné de socio en caso de que lo sean y prohibición de entrar al estadio durante un muy buen tiempo.